domingo, 14 de agosto de 2011

ALESSANDRA


Me gusta tocar su piel, blanca y suave, cuando duerme a mi lado, mientras oigo su respiracion, leve como una brisa de verano. Rozar con mis dedos tan despacio que a veces tengo la sensacion de que el tiempo, en su infinito correr, se ha parado. Dejar la mente en blanco y sentir... solo sentir.
Siempre que no estoy a su lado, sueño con enredar mis dedos en los rizos de su pelo, negro y largo como la noche artica, perfumado como la selva Amazonica, salvaje y dulce a la vez. Siento como su cuerpo, expectante, se relaja con el paso de mi mano, y se somete a mi tacto, avido de ella. Pienso que solo es una caricia mientras duerme, pero sé que esta despierta, que espera algo que solo yo puedo darle. Pongo mi mano sobre su pecho, y noto el latido de su corazon, como se acelera con mi roce mientras emite un leve suspiro de placer.
Sé que le gusta, y mis caricias se vuelven mas exigentes y atrevidas, mas inquisitivas, mientras ella se vuelve hacia mi y me mira dulcemente con sus tremendos ojos oscuros de zingara, envuelto su rostro entre una mezcla de rizos y sueño. Y me sonrie.
Ella es Alessandra, y es la mujer de mi vida. La amo sobre todo en este mundo, es mi futuro y mi razon de ser. No imagino un futuro sin ella. Y yo...yo soy Maria, y soy la mujer de su vida.

miércoles, 13 de mayo de 2009

UN COMIENZO ll


Siempre la había amado, mas que a nada, mas que a su propia vida. Supo desde el primer momento que no debía dejar pasar la oportunidad, que era un tren que había que coger en marcha, por que ya no pasaría ninguno igual. Y se empleó a fondo en conquistarla, desde aquel primer dia en que la vio llegar hasta él y se sentó a su lado. Tomaron café, y el quedó tan absorto en aquellos inmensos ojos azules, que aunque le hubieses echado sal en el café no lo hubiese notado, bebiendo las palabras que salían de sus labios. Y su voz, sensual y suave, le excitaba en grado sumo, semejate a aquellas voces que siempre escuchó en los teléfonos de líneas eróticas. Era una mujer perfecta, la hembra por excelencia, aquella que solo con su paso levantaba pasiones por doquiera que fuese, y hacía que hasta el varon mas recio y curtido volviese la cabeza a su paso. Amaba su pelo, mas negro que la mas negra noche, suave y brillante, contrastando con sus ojos azules y su piel blanca. Al verla pensó que un hada se habia acercado a él, y aunque sabía que era un ser real, pensaba que debería de tener algo de irreal, por que seguía creyendo que le tenía embrujado. La extrañaba cuando estaba lejos, la necesitaba, y hasta el dia mas triste y nublado se llenaba de sol solo con ver aquellos ojos amados. Y ahora, tras una ardua conquista, estaba junto a él, tendidos ambos en un lecho de suaves sábanas blancas, dormida a su lado. Acarició su cuerpo despacio, recorriendo cada curva de su cuerpo, su cadera, su espalda, sus senos, el nacimiento del pelo, su mejilla. Ella se despertó suavemente, acercando su cuerpo, buscando su calor, y le miró dulcemente, sonriendo, con aquellos ojos infinitos, profundos, tan azules como el mas limpio cielo. Notó como se excitaba, como su cuerpo pedía urgentemente que la hiciera suya. Solo con la mirada, ella comprendió y, solícita, se dispuso a complacerle, abriendo su cuerpo para él. Y se amaron apasionadamente. Ella le miraba, suspirando y jadeando, sonriendo. El la miró dulcemente, con ternura, y en el momento del clímax, cuando se ella se disponía a cerrar los ojos, el la pidió, despacio, suave:

-Por favor, mirame, no cierres los ojos...

lunes, 11 de mayo de 2009

UN COMIENZO.


Nunca habia sentido una sensación igual. Todo empezó con una tímida caricia, tan leve como el vuelo de una pluma, con una mirada y una sonrisa. Sus cuerpos fueron acercandose, atrayendose mutuamente como un imán. Las manos del hombre se posaron sobre sus caderas, sujetandola suave pero firmemente, haciendola estremecerse con aquel contacto sobre la fina gasa del vestido. Los labios de él se posaron sobre los de ella, suavemente, apenas tocando aquella boca húmeda y jadeante, robándola el aliento cada vez que la besaba. Ella se dejaba hacer, inconscientemente, abandonada a aquella sensación turbadora que encendía mil hornos en su interior y que la arrancaba hondos suspiros de placer. Se sintió segura entre sus brazos, y cerró ojos y oidos a todo lo que no fuese el contacto con esos labios y con la piel de ese hombre. De pronto, todo se difuminó a su alrededor, y aquel calor empezó a extenderse por todo su cuerpo, suavemente, como un dulce licor tomado en exceso. Se emborrachó de aquella sensación de euforia y, lentamente, dejó caer su cabeza hacia atrás, ofreciéndole un cuello blanco como el nácar, que él apenas rozó con la punta de la lengua, despacio, sin prisa. Tenían todo el tiempo del mundo...

viernes, 1 de mayo de 2009

ES EL DESTINO.


Desde el principio estamos irremediablemente condenados a perder. Al nacer, perdemos el amparo y abrigo del claustro materno. Según crecemos, perdemos la inocencia, cambiándola por unos valores mas adecuados a la sociedad en la que nos movemos. Perdemos la imaginacion y el poder de volar dentro de nuestros sueños, para agarrarnos firmemente al suelo de la dura realidad mediante firmes conocimientos y convicciones. Generalmente, perdemos el primer amor, el amor verdadero, y circunstancialmente, tambien el amor que creemos que es el verdadero. Perdemos años en relaciones insatisfactorias, condenadas a naufragar, en trabajos infructuosos, con los cuales nunca nos sentimos plenos y desarrollados...

Valoramos sobremanera tener alguien a nuestro lado, un apoyo incondicional, el faro que nos guia a puerto seguro en plena tormenta emocional. Es de agradecer saber que al final de la jornada hay alguien esperando para compartir una cena y una gran dosis de charla amigable, y a veces no tan amigable. Pero reconforta pensar en que, a la llegada al hogar, hay una mesa preparada y una luz encendida. Oler a comida recien preparada, ser recibida por dos pequeños brazos que se alargan hasta el infinito pidiendo ser recogido en brazos, y escuchar que alguien pregunta que tal ha ido el dia.

Por eso, es triste acercarse a casa y no ver luces encendidas, tener que preparar la mesa con un solo cubierto, hacer de tripas corazón y preparar algo que mate el hambre del cuerpo, por que el hambre del alma que provoca la soledad, dificilmente se calma. A falta de alguien con quien charlar, encendere la televisión, no por escucharla, pero si por tener la impresión de que hay alguien mas en casa, que no esta vacia, que no estoy sola.

Tengo que asumir su ausencia como una perdida mas de la vida, comprender que es el destino, que es una dura prueba, y que donde vaya va a estar bien, que no tengo por que preocuparme, que hay alguien que se va a ocupar de su seguridad y su bienestar. Pero eso no me consuela, el dolor es fuerte, y aunque se pase con el tiempo, ahora esta aqui. De todas formas, es su decisión, y como tal la acato y respeto. No obstante, como dijo cierto escritor, siempre habra una vela encendida en mi ventana por si su barco se perdiese en la niebla. Un beso muy fuerte con todo mi amor.

martes, 14 de abril de 2009

LUZ EN EL FIN DEL MUNDO


Esta imagen pertenece a una vista de la aurora boreal en Noruega, a unos 300 kilómetros del circulo polar Artico. Es una de las visiones mas bellas que alguien puede observar, una experiencia única en la vida. Con tan solo tres o cuatro horas de sol diarias, este espectáculo, brillante, bajo un cielo infinito, de un negro azulado, como si se tratase de un rico terciopelo, es algo digno de ver, impresionante en sus mas mínimos detalles. Da la sensación de que la Señora ha decidido dar un paseo por la tierra y nosotros solo alcanzasemos a ver la orla de su divino manto...

jueves, 9 de abril de 2009

CONTRATO DE VIDA


Entre un monton de papeles que guardaba de mi hijo, aparecio no hace mucho un sobre en blanco que contenia algo. Lo abrí y saque un folio que leí con curiosidad. Era una carta que escribí a mi hijo cuando supe que estaba embarazada y que mi hijo seria varon.

"Por el siguiente contrato de vida yo me comprometo contigo a todo lo siguiente:

Te daré abrazos y besos sin límites. Te cantaré y acunare cuando el sueño no llegue a tus ojos. Velare a tu lado cuando te encuentres enfermo y secare con besos tus lágrimas. Alejare todos tus miedos con un golpe de mi mano, y con la misma te ayudaré a levantarte cada vez que caigas. Te enseñaré el significado de las cosas, el lenguaje del viento y de la lluvia. Encenderé todas las estrellas del universo para que den luz a tus noches. Te besare y arroparé cuando te acuestes, y te despertaré haciendote reir. Te enseñaré a bailar como bailan las olas del mar y te dire como entender el canto de las montañas que tanto amo. Aprenderas mi nombre, el de la Diosa, y el de todas las criaturas con las que convivimos. Haré que seas, haciendo honor a tu nombre, un guerrero poderoso, y te abriras camino en la vida decidido y valiente. Seras marino, escritor, jardinero...seras lo que tu quieras, y yo estaré ahi para ayudarte. Te daré alas para que vueles libre...pero te amarraré solo un poco, lo justo para que nunca te vayas del todo de mi lado. Te haré un hombre honesto, alegre, trabajador. Seras valiente, pero te inculcaré el amor por la poesia y el arte. Te dare todos mis conocimientos, todos mis valores, todo lo que poseo, y asi, el dia que la Diosa me reclame en su seno, algo de mi quedará contigo para siempre. A cambio, solo pido tus besos, tu cariño y oir de tus labios llamarme "mama". Este contrato quedará sellado, hijo mio, el dia que te tenga entre mis brazos, con mi beso y tu mirada".

martes, 31 de marzo de 2009

Otra noche mas.


A veces, en el silencio de la noche, es cuando mas siento la soledad. Es en esos momentos, cuando se que no hay nadie a mi lado, cuando extiendo mi brazo, esperando tocar a alguien que no esta, cuando mas extraño la compañia de alguien. Cierro los ojos e intento controlar mi respiracion, lentamente, llamando al sueño que se niega a venir. A veces tengo que tirar de esa maldita pastilla que siempre esta encima de la mesa de noche, y que hace que al dia siguiente me despierte como si acabase de salir de una borrachera. Despues de un dia de trabajo febril, esa medicacion me ayuda a descansar mi cuerpo, pero no la mente, embotada despues de tantas horas de tensión. Las pocas veces que he podido sumergirme en un sueño placentero, sin ayuda de ningun tipo, he podido acceder a ese mundo que esta entre la realidad y el sueño, en el cual puedes ser totalmente libre y vivir en un mundo hecho de deseos y recuerdos. En el he vuelto a mi tierra, he recorrido con pasos firmes los lugares en los cuales crecí y fui feliz. He vuelto a perderme en sus bosques, a escuchar el susurro de la brisa entre las hojas de los arboles y la risa cantarina del pequeño arroyo junto al cual me gustaba sentarme, fascinada, escuchando su eterna canción. He paseado de nuevo por campos y pumaradas junto a Cadí, mi caballo, y juntos hemos comido manzanas recien cogidas, humedas de gotas de rocío de la mañana. Juntos cabalgamos a la luz de la luna, bendecidos los dos por los rayos benevolentes de la Diosa, en perfecta comunion con Ella. He visto de nuevo un amanecer, he sentido el calor del sol y el frio vigorizante del orbayu sobre mi piel, como si la naturaleza extendiese una cortina suave y liviana delante de mis ojos. Y he sido libre, como nunca hasta ahora lo he sido.
A veces, cuando despierto, tras un sueño reparador y relajante, sigo oliendo por unos breves segundos el aroma del heno recien cortado, de la flor del manzano en la pumarada, del pan recien cocido, y en mis oidos resuenan los sonidos de las golondrinas bajo el alero de mi ventana, la campana de la iglesia repicando, alla abajo, en el pueblo, y el sonido inquieto de los cascos de Cadí en la cuadra, solicitando su paseo matinal. Aun echo de menos mi contumbre diaria, como un ritual, de levantarme de mi cama, descorrer las cortinas y abrir los balcones de mi habitación, dando paso al amanecer, a la vida y a todo un maravilloso paisaje de un valle visto desde lo alto de una montaña. Tantas veces he deseado quedarme alli...
Esa es mi tierra, donde, aunque sola, soy feliz, donde siento mas cerca a la Señora, y donde noto su abrazo, su consuelo, y a traves de todo lo que veo, noto su amor, su aliento diciendome que no estoy sola, que Ella esta a mi lado.
Es entonces cuando despierto, cuando extiendo la mano y solo noto mi cama vacia. Y pienso si no seria mejor empezar de nuevo en otra parte, con lo que tengo, y no volver la vista atras. Me pregunto si vale la pena seguir adelante, esperar su llegada algun dia...esperar, siempre esperar. Y asi es como, pensando si mi lucha tiene sentido, amanece un nuevo dia, y todos mis sueños han resultado ser una noche mas.